Como ya habíamos visto antes, nuestra naturaleza humana y la sociedad en la que vivimos favorecen el confort y la no toma de riesgos, pero ¿Qué pasa cuando nos sentimos estancados?, ¿Qué pasa cuando nuestra vida se ha vuelto tan rutinaria que ya nada trae alegría y mucho menos felicidad?, la respuesta es simple (pero no fácil): toca hacer algunos cambios.
Este post está inspirado en el poema de Robert Frost "The Road Less Traveled" en el cual, un viajero debe de decidir entre recorrer uno de los dos caminos que se le presentan:
1. El camino transitado. Un camino que favorece el comfort sobre el riesgo, por el que más gente ha pasado y por ende en el que menos cosas de valor existen.
2. El camino menos transitado. Un camino que favorece el riego sobre el comfort, este camino está lleno de obstáculos ya que no muchas personas se atreven a cruzarlo, pero en este camino es donde aún existen cosas de valor.
Si en este momento de tu vida te encuentras en el camino transitado, pregúntate lo siguiente: ¿De verdad eres feliz estando en ese camino?, ¿Qué cosas de valor has encontrado al transitarlo?, ¿Estás dispuesto a seguir en este camino?, en caso de querer salir de este camino ¿Qué estás dispuesto a hacer para lograrlo?
Cuando somos presas de la comodidad, vemos muy distantes el llegar a cumplir nuestras metas (cambio de casa, nuevo trabajo, hacer ese viaje que tanto quieres hacer) pues estamos acostumbrados a vivir adaptándonos a nuestras circunstancias en lugar de ser los creadores de nuestra realidad.
Si lo que quieres es cambiar tu vida, recuerda que implica tiempo y una serie de pasos indeterminados a seguir. La virtud más importante en este proceso es la PACIENCIA, cuando plantas una semilla no crece de la noche a la mañana, primero tienes que sembrar, cultivar y por último cosechar.
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