Como ya te explicaba en el concepto de valentía, los seres humanos estamos programados para evitar lo desconocido con fin de evitar riesgos y morir. Por ejemplo: evitamos probar comida nueva aunque muchas personas de confianza nos la hayan recomendado. Esto se debe a que en la época que el ser humano era un cazador-recolector, el probar una planta desconocida conllevaba un alto riesgo de morir envenenados.
Este instinto de supervivencia sigue presente en nosotros hasta nuestros días pero traducido a los "peligros" actuales.
Solemos temer a lo desconocido porque implica incertidumbre, lo cual activa nuestro instinto de supervivencia, por esta misma razón en los vídeos de gente aventándose en paracaídas se ve como algunos oponen mucha resistencia, aunque la lógica nos diga que están sanos y salvos pues llevan puesto un paracaídas y van acompañados de un instructor con bastante experiencia.
Ante la incertidumbre se activan las mismas emociones que nos hacen querer correr o evitar a toda costa esta situación.
¿Te ha pasado que cuando sale un viaje (o cualquier otro evento)de improviso, de un momento para otro, son de los que más has disfrutado?, si la respuesta es sí, ¿porque nos empeñamos tanto en evitar lo desconocido?, si a final de cuentas puede ser que cosas extraordinarias nos estén esperando.
Ojo, como cualquier riesgo, puede ser que ganes o pierdas, pero que prefieres, ¿contar la historia o pensar en el hubiera?, porque el hubiera si existe, y esta ahí para recordarte todas las veces que no te lanzaste por lo que querías.
¿Por qué no animarnos a viajar solos?, ¿porque no emprender ese negocio?, ¿por qué no estudiar esa carrera?, ¿por qué no hacer esos cambios que tanto queremos hacer?, ¿por qué no vivir la vida que queremos?, ¿por qué no...?
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